Michael A. DeMayo, CEO de DeMayo Law Offices
Charlotte
Michael DeMayo era un estudiante de segundo año en la escuela preparatoria jesuita Gonzaga College High School en Washington, D.C., cuando un sacerdote de la escuela señaló que tenía las habilidades perfectas para una carrera en derecho.
“Nunca había pensado en convertirme en abogado hasta que el sacerdote me dijo: “Joven, podrías discutir con una pared y ganar. Deberías considerar una carrera como abogado”.
Esa fue la primera vez que alguien le había plantado la idea de que podría tener éxito en una vocación en la que sería pagado por ayudar a las personas “simplemente haciendo buenos argumentos y ganando”, dice.
Después de recibir su licenciatura, graduarse con honores de la Universidad de Wake Forest, DeMayo obtuvo su título de abogado de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill.
Es el dueño y CEO del Grupo de Leyes DeMayo en Charlotte, donde se enfoca en lesiones personales catastróficas, muerte por negligencia, compensación laboral y demandas masivas.
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Logro personal: Criar a cuatro hijos como padre soltero y todos seguimos vivos. También estoy orgulloso de que todos hayan matriculado, se hayan graduado o estén en proceso de sus experiencias universitarias. Estoy orgulloso de haber podido hacer esto mientras sigo construyendo una exitosa práctica de lesiones personales centrada en el cliente.
El mayor desafío profesional: En la escuela de derecho no te enseñan cómo ser un emprendedor y hacer crecer un bufete de abogados exitoso o cómo contratar y motivar a las personas, desarrollar valores fundamentales y otros aspectos. Te enseñan cómo ser abogado, cómo investigar y encontrar la ley. Continuar haciendo crecer la infraestructura de nuestro bufete de abogados es algo en lo que trabajamos todos los días.
Equilibrio entre el trabajo y la vida personal: Gestión del tiempo y práctica de amor y cuidado personal. Al principio de mi carrera, hice un compromiso de no perderme ningún evento con mis hijos, por lo que poder combinar eso con los compromisos en mi práctica siempre es un desafío. Por lo tanto, era imperativo que la gestión del tiempo y la programación precisa fueran una parte clave de mi supervivencia. También es importante hacer tiempo para uno mismo: meditar, hacer ejercicio, practicar el amor y el cuidado personal. Cuando no te cuidas a ti mismo, no puedes cuidar a nadie más. Y por supuesto, al final del día, si realmente disfrutas lo que haces en tu vida profesional, se refleja en tu vida personal.
Metas de la infancia: Quería ser astronauta o piloto de carreras.
Lugar de vacaciones favorito: Cabo. Es mi lugar feliz.
Un mes libre: Tachar algunos lugares de mi lista de deseos: Italia, Francia, Alemania, Asia, China, Taiwán, Hong Kong, Singapur. Ir a todas partes para probar la comida y conocer a la gente.
No sabías: Asistí a una escuela católica militar en Manassas, Virginia, durante toda mi experiencia en la escuela primaria. Así que desde tercer grado hasta octavo grado viví lejos de casa. Cuando era niño, me encantaban los caballos y pasé una semana en un campamento de verano limpiando establos y aprendiendo sobre el cuidado y mantenimiento de los caballos.
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